¿La prevención de la delincuencia juvenil es eficaz? – Parte I
Zuriñe González Sánchez
Esta semana, buscando estudios actualizados en relación a la delincuencia que hayan sido realizados por organismos públicos, he encontrado el documento referente a la “Evaluación del IV Plan de Justicia Juvenil 2014-2018”, de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), publicado en junio de 2020, cuyo autor es el Instituto Vasco de Criminología (IVAC-KREI).
Estas evaluaciones se vienen realizando periódicamente desde que en 1996 la CAV asumiera por completo la competencia en materia de personas menores de edad infractoras. En las mismas se hace un análisis muy exhaustivo de las infracciones cometidas por menores entre 14 y 18 años (recordemos que hasta los 13 años inclusive son inimputables) junto con las medidas tomadas posteriormente (el sistema penal de menores no habla de penas, sino que se refiere a ellas como “medidas” por tener un carácter más educativo que punitivo).
Antes de comenzar a resumir el contenido y hacer una crítica sobre la justicia juvenil, quisiera comentar una cuestión que me ha llamado enormemente la atención. Se trata de un documento con cierta entidad y público, no puede ser que ya solo en el índice encontremos erratas en la numeración, da la impresión de que lo han hecho con prisa y no se han parado a revisar detenidamente, cuestión que me resulta inconcebible. Por favor, cuidemos la estética también.
Centrándonos en el contenido, lo primero que debo señalar es que el número de delitos (delitos considerados en el Código Penal como menos graves y graves) en 2018 había crecido un 22% con respecto al 2014 (2609 frente a las 2047 previas) y los casos más frecuentes son los de violencia de género y doméstica, pese a que el abanico de los tipos delictivos es muy amplio. Dentro de la tipología más frecuente, destaca la violencia intrafamiliar que ocupa el primer lugar en el listado de las infracciones desde el año 2012, siendo una violencia que la ejercen únicamente en casa, y no son necesariamente menores provenientes de familias desestructuradas o con problemas económicos.
En lo que respecta a los delitos leves, también sufren un aumento progresivo pasando de los 628 de 2014 a los 989 de 2018. En este grupo la tipología delictiva que destaca por suponer un 57% del total de delitos leves son aquellos contra la propiedad o el patrimonio.
En cuanto a las medidas impuestas a las personas menores de edad por haber cometido algún delito en este periodo de 4 años destacan la libertad vigilada (38%), las prestaciones en beneficio de la comunidad (22%) y los internamientos cerrados, semi-abiertos y abiertos (17%). Estas mismas medidas (excepto el internamiento abierto) junto con la convivencia familiar o grupo educativo y alguna otra que no se especifica han ido al alza; en contraposición, el internamiento abierto y las permanencias de fines de semana han disminuido.
Por último, respecto al perfil de los menores de edad infractores, podemos decir que son mayoría los que oscilan entre 16-17 años (60%) y hombres (80%). Aun así, en algunas tipologías destacarán los menores varones y en otras no habrá diferencias reseñables. En lo que se refiere a la nacionalidad, 3 de cada 4 menores infractores son nacionales, con una tendencia nacional descendente a la presencia de menores infractores no nacionales, pese a que, en 2018, en la CAV, hubo un fuerte aumento por la numerosa presencia de menores extranjeros no acompañados (también conocidos como MENAs).
Otro dato que he considerado especialmente importante es el de la reincidencia. En el imaginario social hay una tendencia a creer que aquel menor que comete un hecho delictivo lo volverá a hacer. Pues bien, esto no es así. Más de la mitad de los menores cometen un único delito y no desarrollan ninguna carrera delictiva, en menor medida si pensamos que se convertirán en delincuentes adultos (solo en torno al 10-15% serán delincuentes persistentes). En concreto, en la CAV, el 65% de los menores infractores han cometido un solo delito (superior a la media nacional que se encuentra en el 55%).
En este sentido cumplen una única medida el 65% de los infractores frente al 35% que cumplen dos o más medidas (va en consonancia con el número de delitos).
Hasta aquí un resumen muy breve de la delincuencia juvenil en la CAV que pareciera que va en aumento. Veremos en la segunda parte del post a qué conclusiones se llegan y, como criminóloga, qué pienso al respecto.
Bibliografía
Instituto Vasco de Criminología (2020). Evaluación del IV plan de Justicia Juvenil 2014-2018. Recuperado de: https://bideoak2.euskadi.eus/2020/06/15/news_62166/EVALUACION_DEL_PLAN_DE_JUSTICIA_JUVENIL_2014-2018.pdf