El Monstruo de Tioacetona*
Fernando Couso García
Lardero, La Rioja. Alrededor de las 20.30 horas del día de ayer varias patrullas, de la Guardia Civil y Policía Local del municipio, acuden a una llamada de emergencia porque solicitan asistencia para atender a un menor que se encuentra inconsciente y en estado muy grave, junto a un varón, en el interior de un portal.
Lo sucedido no puede ser más escabroso. Un precioso niño de 9 años ha caído en las garras de un asesino pedófilo. Este malnacido, que lo había intentado con otros menores en días anteriores, resulta tener un historial delincuencial que quiero detallar.
El detenido, de 54 años, cuenta con antecedentes penales por la agresión sexual a una niña de 13 años en 1993, por la que fue sentenciado a 7 años de prisión, y por la agresión sexual y posterior asesinato, con extrema crueldad, de la agente inmobiliaria Mari del Carmen López, de 26 años, en agosto de 1998, (hasta el punto de realizarle decenas de cortes en la vagina para provocar su pavor mientras se masturbaba), por lo que fue sentenciado a 30 años de prisión.
En el año 2020, y sin ningún informe favorable, salía de prisión en contra del criterio de los psiquiatras forenses, que dictaminaron que no tenía disminuida ninguna capacidad y no mostraba ninguna evolución positiva, por lo que estimaban que tenía difícil rehabilitación. Según estos profesionales, presenta una personalidad altamente psicopática y egosintónica, además de componentes psicopatológicos agresivos, que aumentan aún más su extrema peligrosidad.
Desde una perspectiva criminológica, la peligrosidad de este asesino radica en su adaptabilidad al hecho delictivo, es decir, cuantos más delitos comete más peligroso es. Con un espectro victimal tan amplio, una conducta piquerista y sádica, (interés sexual en penetrar la piel de otra persona con objetos punzantes y hacerla daño para disfrutar con su dolor), y la reiteración de la conducta delictiva nada más salir de prisión, está claro que este sujeto no es reinsertable.
Perfectamente adaptado a prisión, porque en ella no puede dar rienda suelta a su parafilia, este sádico es la máxima expresión del criterio “maldad por maldad”.
Ayer docenas de ciudadanos pretendían, como sociedad y bajo el natural sentimiento de la pulsión humana que todos sentimos, eliminar a este monstruo de la circulación para siempre. Desde un estado de derecho no podemos permitirlo, pero lo que sí podemos hacer es actuar definitivamente contra él. Si el placer sexual es su único instinto básico, (y el de su parafília), y tenemos la certeza de que cuando tenga oportunidad de poder materializar este instinto lo va a volver a hacer, este sujeto ya no debe salir de prisión.
Un detalle a tener en cuenta. El ciudadano debe saber que ningún cuerpo policial puede conocer que el monstruo vive allí, porque se vulnerarían sus derechos. ¿Justo?, ¿injusto? … no lo sé, pero la ley en España así lo establece. En otros países existen las listas de agresores sexuales, cuya adopción en nuestro país están pidiendo, desde hace tiempo, diferentes entidades sociales.
Lyman Frank Baum, en su “Maravilloso Mago de Oz”, nos decía que para el Hombre de Hojalata sería mejor tener un corazón, porque anhelaba la sensibilidad que le aportaría a su vida. Este monstruo no tiene corazón, porque no tiene ni sensibilidad ni humanidad, y por tanto no merece más que mi desprecio.
Descansa en Paz, pequeño Álex. Para sus padres no conozco palabras de consuelo ante esta cruel pérdida por lo que solo puedo darles mi más sentido pésame.
* Tioacetona: A la Tioacetona (C3H6S) se la considera una de las sustancias más peligrosas del planeta por una única razón: su olor. Apesta de una manera tan sobrecogedora que las pocas veces que se ha sintetizado ha causado episodios de pánico, náuseas y desmayos a cientos de metros. Por ello, esta sustancia está considerada como la más asquerosa del mundo.