Ladrones y vándalos disfrazados de ciudadanos incomprendidos
Fernando Couso García
En los últimos días hemos asistido a una nueva demostración de las vergüenzas intrínsecas a toda sociedad, que en el caso de España las considero especialmente sonrojantes por la parte que me toca.
En diferentes ciudades, especialmente en Barcelona, se han protagonizado numerosos actos vandálicos bajo el paraguas de la libertad de expresión y, por ende, de manifestación.
¿Qué suceso ha violentado a la sociedad y amparado estos actos vandálicos?, la detención de un sujeto llamado Pablo Rivadulla Duro, conocido en el mundillo del rap como Pablo Hasél, (debo reconocer que no había escuchado el nombre o la obra musical del susodicho en mi vida, pero claro, qué sabré yo, si sólo soy un arcaico criminólogo de 50 años …).
Dentro de mí cada vez más hastiada deformación profesional, me puse a investigar un poco la historia de este sujeto y para poneros en contexto con la reflexión posterior, vamos a hacer una pequeña radiografía del mismo.
A este angelito la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le condenó, en abril de 2014, a la pena de dos años de prisión como autor de un delito consumado de enaltecimiento del terrorismo, art. 758 del Código Penal, ratificada por el Tribunal Supremo en marzo de 2015, pero en septiembre de 2019 la Audiencia Nacional suspendió la ejecución de la misma apercibiendo al rapero de que si volvía a delinquir procedería a ejecutar la misma, “sin más trámite”.
¿Qué cantaba o publicaba el pobre “artista” para ser condenado?, pues una canción en Youtube y 64 mensajes, junto a una fotografía de la miembro del grupo terrorista GRAPO, Victoria Gómez, entre las que destacan “¡Las manifestaciones son necesarias, pero no suficientes, apoyemos a quienes han ido más allá” … “¡Merece que explote el coche de Patxi López !”, … “¡Es un error no escuchar lo que canto, como Terra Lliure dejando vivo a Losantos!”, … “¡Pienso en balas que nucas de jueces nazis alcancen ¡”, … “¡ Ojalá vuelvan los GRAPO y te pongan de rodillas ! ”.
Disconforme con la resolución judicial presentó recurso de casación alegando la vulneración del derecho fundamental a la libertad de expresión, comunicación e información, con infracción del art. 20 de la Constitución Española, del art. 10 del Convenio de Roma para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, del art. 19.2 del Pacto Internacional de los derechos civiles y políticos, del art. 19 de la Declaración Universal de los derechos humanos de 1948 y del art. 11.1 de la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea.
La Sala 2ª, de lo Penal, del Tribunal Supremo desestimó este recurso entendiendo que “cualquier persona que lea o escuche tales expresiones incluidas en las canciones correspondientes puede verificar que, con las mismas, se está alabando o justificando bien a los autores de hechos terroristas o los propios hechos, incluso con invocaciones, en clave retórica”. Asimismo, el alto tribunal consideraba que “el presente caso es un ejemplo de la capacidad de difusión de mensajes inaceptables penalmente y frente a los que la política de prevención del crimen debe ir por delante del uso delictivo de las mismas”.
Para la Sala, si bien los tuits del rapero no encajan dentro de la libertad de expresión o la creación artística porque rezuman violencia y suponen una banalización del terrorismo, lo enaltece y lo justifica, considerando la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, concurren causas que atenúan su responsabilidad penal y que permiten aplicarle la mínima pena.
Como es tan “listo”, reincidió en su actitud y continuó con su “cagalera verbal”, por lo que, a pesar de que la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional había rebajado a nueve meses la pena de dos años y un día de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, injurias y calumnias contra la Corona, este órgano decretó su ingreso en prisión. Su respuesta, declararse en rebeldía encerrándose en la Universidad de Lleida, con la intención de agotar el plazo de ingreso voluntario en prisión que había determinado la Audiencia Nacional.
A partir de ese momento, manifestaciones y protestas que han sido aprovechadas por unos cuantos para hacer de las suyas. Agresión a los agentes de la autoridad, saqueos, vandalismo, … Demandas sociales y protestas que se han enturbiado al mezclarse. Personas con la cara tapada destrozando todo lo que encuentran a su paso. Tras 10 días de protestas, la TV de Cataluña entrevistaba a una colaboradora del programa “Tot es mou”, una tal Juliana Canet, la cual afirmaba que “en las calles se respondía con violencia, una violencia justificadísima, por el machismo, la inseguridad, la falta de futuro, … “ y, añadía, “hablo como hija del procés (…), que en 10 años no ha pasado nada, solo se nos ha traicionado”, y terminaba amenazando a toda la sociedad al decir que “nos preparáremos, que los jóvenes de hoy no tienen nada que perder”.
¿Un cantante sentenciado por enaltecimiento del terrorismo mezclado con el machismo, la inseguridad ciudadana y la independencia de Cataluña?, … por un momento he pensado que sólo faltaba por salir el nombre de Franco a la palestra.
En anteriores post he reconocido a los jóvenes todo el derecho a estar muy enfadados con nosotros, las generaciones que ahora tenemos entre 40 y 60 años. Heredamos de nuestros padres un país que quería pasar página y olvidar el pasado, con muchísima ilusión por crecer, sacrificándose hasta caer extenuados, y nosotros, en señal de agradecimiento, lo estamos haciendo tan rematadamente mal, que a sus nietos os vamos a dejar un país para el arrastre.
No obstante, y a pesar de todo, espero de vosotros algo diferente, y que no pongáis como excusa a «Pablito el rapero». La época de las manifestaciones violentas, de las agresiones a la policía, de los saqueos, de los destrozos a los bienes comunes, debéis dejarla como una vergüenza del pasado, porque para construir un futuro no os va a ayudar en nada. Todo lo que destrozáis va a ser repuesto, y ese capital que se va a emplear saldrá de los recursos que vosotros vais a necesitar, por lo que si ahora no hay fondos para casi nada luego vais a tener para menos.
Os invito a cambiar a toda nuestra clase política y que ocupéis su lugar, ya que tanto la mayoría de los que están gobernando, como de los que están en la oposición, no valen ni para rellenar socavones y lo único que han demostrado es que son incapaces de garantizar nuestra seguridad y de gestionar este país.
Formaros lo mejor que podáis, respetar todo tipo de diversidades, erradicar la corrupción y el trapicheo endémico instalado y no cometáis los mismos errores que nosotros hemos cometido. Y el mayor error es destruir por destruir, ya que, en parte, esa actitud de rabia e impotencia nos ha traído hasta aquí.
El hecho de sentiros ciudadanos incomprendidos, insatisfechos, engañados y estar, por tanto, enfadados, no os da derecho al vandalismo y al pillaje, a la vez que dice muy poco de vosotros.